Construido sobre suelo blando, este majestuoso edificio se ha hundido más de 4 metros desde su inauguración. Aun así, sigue en pie como uno de los centros culturales más imponentes de México, con un escenario que ha visto a artistas de talla mundial y alberga murales de Diego Rivera y Siqueiros..
Debajo de este icónico monumento no solo hay cimientos… también hay una cripta que resguarda los restos de héroes de la independencia, como Miguel Hidalgo, Vicente Guerrero y José María Morelos. ¡Pocas personas lo saben, pero es un mausoleo nacional oculto a simple vista!
El Zócalo no solo es el corazón político y cultural del país: bajo sus losas descansan los vestigios del antiguo Templo Mayor azteca. Lo que hoy es una gran explanada fue alguna vez el centro sagrado de Tenochtitlán. Caminar por el Zócalo es literalmente andar sobre los restos de una civilización milenaria..
El Castillo de Chapultepec no solo es hermoso: es el único castillo del continente que ha albergado a un emperador. Maximiliano de Habsburgo vivió allí con Carlota en pleno siglo XIX, rodeado de jardines, arte europeo… ¡y una historia de poder, tragedia y fantasmas! ¿Te atreves a recorrerlo? .
Este museo futurista no solo impresiona por su forma brillante y curva: su estructura está diseñada sin columnas internas visibles, lo que crea un espacio abierto e inusual para exhibir más de 66,000 obras de arte, ¡incluyendo la colección de esculturas de Rodin más grande fuera de Francia! .
“¿Sabías que el Barrio Chino nació de un restaurante clandestino?” todo comenzó con migrantes asiáticos que abrieron cocinas escondidas durante la Revolución Mexicana.
“¿Sabías que originalmente iba a ser un palacio legislativo?” ue pensado como el Palacio Legislativo más grande de América Latina. Pero la Revolución Mexicana interrumpió la obra, y años después se transformó en lo que vemos hoy.